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| Año: 2007 | Director: Sean McNamara |  |
No. 3 : Bratz
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Hace algún tiempo, discutía amigablemente con alguien sobre los juguetes para niñas; por lo que he tenido oportunidad de ver, solo existen dos tipos: los que las entrenan para ser mamás o amas de casa desde temprana edad (Ej. los bebesotes que necesitan su biberón, el hornito milagro etc.), o las 'Barbies'... recuerdo que en más de una ocasión comenté con esta persona que yo prefería que mis hijas (que eventualmente tuviera) jugaran con Barbies que con esos bebesotes horrendos que se hacen en el pañal, que les debes dar de comer, y que a media noche sientes como si el muñeco fuera a cobrar vida para arrastrarte debajo de la cama y hacerte cosas inimaginables (aunque esto ocurre solo si tu casa está sobre un cementerio indio)... después de ver Bratz llegué a la triste conclusión de que los juguetes de niñas apestan.
Bratz está basada en unas muñecas tipo 'Barbie', ignoro la historia de ellas en el mundo de los jugiuetes, pero en la película está formada por un elenco multicultural (ya ven, estos tiempos políticamente correctos que vivimos) formado por Cloe, Yasmin, Sasha y Jade (Skyler Shaye, Nathalia Ramos, Logan Browning y Janel Parrish respectivamente), las cuales su 'slogan' favorito es BFF ('best friends forever').
¿Qué es lo que les gusta hacer a las 'Bratz'?, cuando están de buenas van de 'shopping', y cuando están tristes van de 'shopping'; sobra decir que son unas expertas en moda (en que más si no) y son tan carismáticas que cada una se convierte en la favorita del equipo de ciencia, del equipo de futbol, del equipo de porristas (sip, ese equipo de nenas que siempre que las invitabas a salir te barrian con la mirada y soltaban la carcajada) y la última debería ser miembro honorario de 'Operación Triunfo', la 'Nacademia' o cualquiera de sus variantes ya que le gusta mucho el canto.
Al tener un espíritu tan "independiente" (considerando que todas sus actividades son superficiales y dignas de personajes tipo Britney Spears, no me parece que lo sean mucho), se vuelven el blanco de las críticas y la mala leche de Meredith (Chelsea Staub) la cual es hija del director de la escuela (Jon Voight, con cara de "¿qué estoy haciendo aquí?"), es rica, y es igual de superficial que las Bratz.
Generalmente, las películas de adolescentes muestran a las niñas superficiales como las villanas del cuento, sin embargo en el caso de Bratz, todos los personajes son superficiales, materialistas y vacíos, interesadas únicamente en ser las más populares del colegio, en tener el mejor peinado, en vestir los mejores trapos, o en ser las líderes que guíen a otras (pero no en cosas productivas, sino en cómo maquillarse bien y cómo estar a la moda); esta película lo único que busca es preservar el estereotipo de que la sociedad estadounidense es consumista, materialista, poco o nada interesada de la situación que ocurre en su país (o fuera de él), y solo hay preocupación o indignación cuando Britney Spears sale al escenario con panza de pulquera y más tiesa que Robocop.
Peor aún, Bratz, quizás sin querer, lo que busca es educar a las niñas desde temprana edad a que sean vanales y superficiales como ellas, que su meta en la vida sea ser las más populares del colegio (o en su defecto, hacerse amigas de ellas) y entregarse de lleno al 'shopping' y a la moda, ya que son el tipo de cosas que te deben llenar como persona, ¿no? (si tu ropa no es Ver-sánchez, mejor no salgas a la calle).
No ceo que Barbie sea un ejemplo a seguir, pero al menos sus películas son adaptaciones (medio mal hechas) de cuentos clásicos cuyo único propósito es entretener, al menos ella no busca crear un ejército de mujeres interesadas en volverse 'Totalmente Palacio'.
En conclusión, esta película debería portar la advertencia de "No se deje al alcance de las niñas", y sobre el asunto de los juguetes, pues quizás mejor ponga a mis futuras hijas a jugar con He-Man y los Amos del Universo.
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